Por chayote o por miedo ¿cómo funciona el periodismo en tiempos de cuarta?

Por: Alonso Huitron

¿Qué tipo de periodismo es el que necesitamos señor presidente?

A través de la historia del periodismo en México, el proceso de transformación que ha tenido este, ha logrado que se profesionalizara esta labor, principalmente en aquellos años en donde el autoritarismo del gobierno en nuestro país impedía ejercerlo de forma segura y con compromiso social.

¡Pobre de aquel que se atrevía a atacar al presidente o al gobierno! Iniciaba una persecución en su contra. Desprestigiarlo y cerrarle el acceso del papel periódico (que en aquellos tiempos era necesario), era lo más barato que les podía salir el chistesito de haber atentado en contra de los priistas, ¡Lo que usted ordene señor presidente! ¿Les suena familiar esto?

Aunque no lo crean, Vicente Fox representó un antes y un después del periodismo en México, impactando principalmente en la llamada profesionalización de las salas de redacción. A finales de los noventa, ya en la catástrofe priista, de acuerdo con Sallie Hughes, periodista del The Guardian, en nuestro país se podía identificar tres modelos de periodismo: el cívico, comercial y el autoritario.

El cívico lo clasifica predominantemente en los medios impresos, mientras el comercial, lo asocia a los medios electrónicos y noticiaros de televisión, y el autoritario se caracterizaba por la unidireccional de la información desde las cúpulas del poder y era identificado por los voceros del entonces decadente sistema priista. Este último fue el que tomó el control en las salas de redacción.

Con la llegada del panista, es el modelo liberal del periodismo el que predominó en México, al menos esos 6 años. Y es que, era muy común ver programas de televisión abierta, como La Parodia de Televisa, en donde imitaban y se burlaban de la figura presidencial, de la primera dama, de los secretarios de Estado, del Jefe de Gobierno del Distrito Federal, de todas y de todos, todo esto, sin que los poderes mexicanos intervinieran, expresaran su ofensa o ataque hacia su persona.

Eran medios independiente de cualquier posible interferencia o regulación del Estado, se podía ejercer libremente la crítica y la libertad de expresión, es decir la prensa se libera por fin del yugo y del control Estado.

¿Es verdad, entonces, que el periodismo es completamente independiente del Estado?

En la actualidad, observamos como muchas salas de redacción, editores, reporteros, jefes de información salieron de varios medios de comunicación al ganar Andrés Manuel López Obrador la presidencia de México. Incluso, empresas como Televisa, lo hicieron antes de que arrancara oficialmente la campaña presidencial, sacando al periodista Joaquín López Dóriga del horario estelar y recortando el tiempo de aparición de Carlos Loret de Mola, quien tiempo después abandonaría la emisión.

Es bien sabido que la mayoría de los medios de comunicación se sostienen por la publicidad oficial, lo que nos llevaría a pensar que los medios aún siguen en manos del poder y lo peor, se ha regresado a las nada decadentes practicas priistas.

No importa si le diste voz, reflectores al presidente en turno, aun cuando era candidato o en su lucha por conseguir la presidencia, no importa si como medio le diste visibilidad, hablaste bien de él, o estuviste de acuerdo con su lucha, si eres Carlos Loret o Carmen Aristegui, hoy, si te atreves a cuestionarlo, criticarlo, investigarlo, contrastarlo con sus propias palabras, con sus hechos, lo pagarás, y muy caro.

Por otro lado, la supervivencia de los medios de comunicación, a azuzado más, a quedarse callados y no atacar al presidente, la `hibridación´, es un concepto el cual, nos ayudará a entender la amalgamación de prácticas y hábitos tradicionales aún en la modernidad que supone la adopción del modelo liberal del periodismo y la competitividad comercial. La fusión de estas prácticas es lo que podemos ver actualmente, pero ¿Cuál será la que más pese al momento de redactar? El modelo liberal, o el económico de un medio de comunicación.

Si bien, tampoco el periodista está libre de antivalores y de falta ética, hemos dado un grave retroceso al permitir que esa libertad ganada, sea una libertad condicionada. También ha influido la falta de cultura periodística, de profezionalización, de no saber defender la profesión, de unidad, esto, es lo que hoy nos hace ser desdeñados por el presidente de México.

Entonces, ¿Qué tipo de periodismo es el que necesitamos señor presidente? ¿Cuál es el papel del periodismo en la sociedad? Es decir, para qué hacemos, lo que hacemos.