Ignorantes en nuestro mundo digital

Alonso Huitrón

¿Te has dado cuenta que todos vivimos en burbujas digitales?, basta con que te eches un clavado por tus perfiles de Facebook, Instagram y Twitter para que notes que la conversación del momento gira en torno a la mismas personas.

Por ejemplo, siempre serás testigo de la toxicidad digital entre Citalli Hernández, Gibran Ramírez o Abraham Mendieta VS los opositores de la 4T, Chumel Torres, Felipe Calderón y más. ¿Por qué? porque sus burbujas tienen encerrados a sus fieles seguidores y a sus férreos opositores.

El problema de las burbujas es que no nos dejan salir de ellas, no mantienen prisioneros y nuestra opinión, con base en lo que vemos en redes sociales es sesgada, por lo tanto la mayoría de las veces diremos “El descontento en contra de AMLO va creciendo” o “cada vez más mexicanos apoyan el proyecto de la 4T”, estas aseveraciones basadas en los seguidores que cada uno tiene en sus redes, si bien pueden ser ciertas, son basadas en tu burbuja, en tu circulo y tu círculo no es ni una muestra proporcional de todos los mexicanos.

Suponer que la llegada de internet iniciaría con un proceso de democratización de los medios y ayudarían a reconstruirlos, era una esperanza que varios actores principales y estudiosos, tal como lo detalla Eli Pariser, autor del libro El filtro burbuja, “Blogueros y periodistas reconstruirían sin ayuda alguna los medios de comunicación (...) los gobiernos locales serían más transparentes y tendrían que rendir cuenta a los ciudadanos”.

Hoy, esa democratización no ha llegado, algunos pronostican que no llegará y otros más aseguran que nos encontramos en la curva de este proceso.

¿Por qué? Porque la llegada de las redes sociales no logró que la gente estuviera mejor informada, es decir que existirá un contexto o un panorama general del bosque, lo que logró fue que únicamente se tuviera una perspectiva diferente de un árbol, el árbol que al ciudadano le interesaba ver y todo lo que lo rodea: raíces, ramas, tierra, hojas, frutos y quizá uno que otro animal.

Nos hemos encerrado en una burbuja de filtros, congeniando con gente que piensa igual que nosotros, mismos gustos, ubicación, ideología política es decir nuestros propios paleros y que refuerzan nuestra forma de pensar y de actuar, quizá una de las causas del linchamiento digital que vivimos constantemente a través de las redes sociales, “los filtros personalizados presentan cierta clase de autopropaganda invisible, amplificando nuestro deseo por cosas que nos son familiares y manteniéndonos ignorantes con respecto a los peligros que nos acechan en el territorio oscuro de lo desconocido”.

Vivimos en un mundo dentro del ciberespacio rodeados únicamente de lo que nos interesa ver, o bien de lo que creen las grandes empresas que queremos ver. “Desde adentro de la burbuja es prácticamente imposible ver lo sesgada que es”, asegura Pariser. La creación de los algoritmos por parte de las grandes compañías como Facebook y Google, han hecho que nuestra vida digital esté limitada a lo que según es mejor para nosotros.

“Podemos pensar que somos capitanes de nuestro propio destino, cuando lo cierto es que la personalización puede conducirnos a un cierto tipo de determinismo informativo (...) un historial Web que estamos condenados a repetir una y otra vez” ¿cómo lograr atravesar o romper esa burbuja? Es quizá la pregunta que deberíamos reflexionar y cuestionarnos ¿Te atreves a romper la burbuja? Dejo este reto sobre la mesa, pero... pues cada quien.