Las diferentes cuarentenas
- Subversivo_mx

- 11 jun 2020
- 2 Min. de lectura

En uno de los países con los mayores niveles de desigualdad, pensar en una experiencia común al “quedarnos en casa” es algo irreal. Y es que en México las 10 personas más ricas acumulan la misma riqueza que el 50% más pobre del país, el contraste es altísimo y las realidades de estas personas son muy distintas.
Para no salir de casa lo ideal sería tener un trabajo que pueda funcionar bajo la lógica home office, pero este no es el escenario más común ya que muchas personas aún deben salir de sus hogares para seguir recibiendo algún ingreso. Lo anterior, si no eres uno de los 4 de cada 10 hogares en los que una persona ya perdió su empleo por la crisis. Esto, ya genera el primer problema, solo algunos pueden quedarse cómodamente en casa sin preocuparse por qué van a comer el día de hoy.
Pero ni siquiera el home office es igual para todos los que lo practican. La división de tareas dentro del hogar no es equitativa. Para la mayoría de las mujeres, trabajar desde casa es también hacerse cargo, a su vez de las labores del hogar, y si tienen hijos eso aumenta su carga de “trabajo”. Según datos de CONEVAL, de las mujeres y hombres que trabajan, ellas pasan 40 días al año ocupándose de trabajo doméstico, mientras que los hombres solo 16 días. Entonces, sin horarios o áreas de trabajo delimitadas dentro de casa el trabajo remoto puede verse interrumpido por otro tipo de labores, mucho más si eres mujer.
Por su parte las escuelas alrededor del país se enfrentan al reto de la educación a distancia. Para algunos será interesante el incorporar nuevas tecnologías y estrategias para el aprendizaje pero en contraste, para el menos un 40% de alumnos en situación vulnerable esta suspensión implica menores oportunidades para aprender. Según el CONEVAL, existirá un mayor riesgo de abandono escolar, el costo de mantenerlos para sus familias será mayor e incluso sufrirán de alimentación insuficiente. Agregando, además que para este sector la educación en línea no es una opción.
Pasar más tiempo en casa puede traducirse en mayor tiempo de calidad en familia pero la palabra casa no siempre es sinónimo de espacio seguro, mucho menos para las mujeres que se encuentran encerradas con su agresor. Las llamadas de emergencia sobre violencia contra mujeres han aumentado, según Intersecta, siendo marzo el mes donde se llegó al nivel más alto con 26 mil 171 llamadas. De la misma manera los albergues presentan una saturación en sus capacidades, presentando un incremento del 70% con respecto al año pasado, reimaginando lo que es un espacio seguro como un lugar lejos, muy lejos de casa.
La desigualdad en México es un fenómeno complejo que no se limita a la desigualdad distributiva, se relaciona a su vez con la discriminación de género, étnica y de residencia. Considero que esta cuarentena debe abrir el espacio para que consideremos otras realidades diferentes a la nuestra. Es muy sencillo que nuestro panorama se vea limitado por nuestra propia experiencia y así dejemos a un lado otras formas de vida. Buscar alternativas que consideren a la mayoría de estas personas al regresar a esta nueva realidad es vital para un mejor regreso.







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