LA CULTURA DE LA CANCELACIÓN

MARTHA PÉREZ

La cultura de la cancelación se refiere a boicotear y silenciar a aquellos con opiniones polémicas, sobre todo celebridades, dado que, a mayor exposición mediática, mayores posibilidades de ser fiscalizado por tus palabras y/o acciones. En este texto les doy mi opinión sobre el cancel culture.

Cancelar a alguien me parece positivo por distintas razones. Primero, ayuda a visibilizar lo que está mal, tomaré el ejemplo de una YouTuber que expuso a una joven por haber sido abusada sexualmente, la creadora de contenido pidió pruebas y dijo que, si el abuso hubiese sido cierto, la abusada lo habría denunciada ante las autoridades. La YouTuber fue “cancelada” por revictimizar y hostigar a una supuesta víctima. En este sentido el cancel culture ayuda a señalar acciones que no deberían de ser así, en un país donde 10 mujeres son asesinadas, minimizar los abusos es imperdonable, es decir, “cancelar” implica evidenciar lo que está mal y no debería de tolerarse ya que conlleva consecuencias mas profundas, en este caso, el hostigar a una supuesta víctima de abuso desincentiva la denuncia e incrementa el miedo y vulnerabilidad de las abusadas.

En segundo lugar, el generar un debate sobre “cancelar” o no a alguien da espacio a argumentos sobre el problema, por ejemplo, cuando Yalitza Aparicio alcanzó la fama mundial por su papel en Roma se buscó “cancelar” a todo aquello que hiciera comentarios negativos basados en la apariencias y origen de la tlaxiaqueña, esto destapó la seria problemática de racismo y clasismo en el país.

En tercer lugar, la cancelación es equivalente a decir “no voy a tolerar tu postura”, la violencia de género, la discriminación, el racismo, etc. no son opiniones, son discursos de odio que han condicionado las estructuras sociales por siglos. Por último, creo que la cultura de la cancelación es una postura política, es atreverse a decir “esto está mal y voy a luchar porque se detenga”, es negarse a que algo que hace daño se normalice.

Evidentemente también hay aspectos negativos de la cancelación, empezando porque a veces las declaraciones son sacadas de contexto y utilizadas por grupos que buscan apoyar sus intereses, más allá de analizar los discursos y generar discusión, es decir, a veces la cancelación resulta una exageración cuando carece de debate. En segundo lugar, la acción de cancelar me parece riesgosa dado que se puede perder la memoria sobre ciertos sucesos o personajes, por ejemplo, recientemente se quiso cancelar a Frida Kahlo al culparle de apropiación cultural, la mujer ya está muerta y en mi opinión, olvidarla sería perder una pieza fundamental en la historia mexicana, en ese sentido, creo que el debate sería mucho mas constructivo que “cancelarla”. Eso me lleva al siguiente punto en contra, y es que cancelar es polarizar, evitar los matices de la realidad y eso, me parece peligrosísimo porque si solo existiera blanco o negro, nos perderíamos de todos esos grises que nos ayudan a comprender mejor la realidad.

Más allá de cancelar o no, nos invito a continuar debatiendo y luchando contra aquello que lastima a la sociedad, como lo mencioné, las cosas no son blancas o negras, hay una infinidad de perspectivas. Hay que romper la falsa dicotomía que propone la cultura de la cancelación.