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EL RACISMO EN MÉXICO NO ES NUEVO

  • Foto del escritor: Subversivo_mx
    Subversivo_mx
  • 15 jun 2020
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 20 jun 2020


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Mónica Moreno Figueroa


Mónica Moreno Figueroa

Profesora en Sociología en la Universidad de Cambridge

Co fundadora de Colectivo COPERA (Colectivo para Eliminar el Racismo en Mexico).


En México el racismo no es nuevo, sin embargo, no es una cuestión de culpa de las personas en particular, sobre quiénes son racistas o no, sino, estar conscientes que tenemos una historia de racismo muy fuerte en este país, es parte del legado de haber sido un país colonizado que nos ha predispuesto a estar en esta situación, en la cual, nos hemos creído el cuento de que existen personas superiores a otras, que hay otras inferiores que merecen menos, por ello, creo que esta es una buena oportunidad para continuar la discusión sobre, ¿cómo nos creímos esta historia y de dónde viene?

Dentro de la historia de México es muy interesante notar, como durante la colonia hubo todo una organización alrededor de lo que le llamaban las castas, la cual, era una manera de organizar quién se casaba con quién, cómo se llamarían los hijos e hijas que salían de esas uniones, así como la creencia que se nos ha filtrado sobre el “mejoramiento de la raza”, en la que la gente sigue creyendo que, tal vez si yo le hecho ganas el ADN de Hernán Cortés va a salir en una de mis hijas o uno de mis hijos y entonces, ahí mejoraremos.

Lo anterior, es una de las partes de cómo funciona el mestizaje, que es el proyecto racial de México, la manera en la que el racismo se encuentra organizado en México, en la que queremos mejorarnos hacia lo blanco. Entonces, tenemos esta idea del blanqueamiento que nos lleva a una supuesta mejor civilización, cultura, hasta personalidad individual. Lamentablemente, muchas de las personas lo creemos y esto va siendo una forma muy evidente la cual, obstaculiza la solidaridad entre las personas. ¿Con quién me tengo que solidarizar si es mi proyecto personal, que yo y mi familia estemos mejor, es decir, más blancos?

Lo que estamos viviendo ahora, es un momento importante para reflexionar que lo que está sucediendo en Estados Unidos no es único, que es algo que estamos viendo aquí, como lo es el caso de Giovanni López y otros casos más que se han suscitado en el país. Lo que creo interesante es, que muchas de las veces utilizamos la provocación de lo que pasa en Estados Unidos para pensar a México. Ahí es importante decir que, en el país esta discusión ya la tenemos, que los vasos se han derramado muchas veces, pero que parece ser que cada vez estamos más dispuestos a ver a las cosas como son; a empezar a entender que sí vivimos en una sociedad racista, que nadie está exento y que aquí podemos estar uniendo los puntos entre la violencia policiaca con el racismo.

Es decir, ya estamos empezando a reconocer que el racismo sí existe en nuestras familias, en nuestras actitudes y que, poco a poco podemos moverlo a una discusión estructural. Entendamos que el racismo no es solo si soy buena onda o mala onda, sí quiero a alguien o no, sino, sobre todo, cómo se distribuye el poder, el privilegio, la seguridad, la confianza, quienes tienen los recursos y quienes no.

El racismo es la manera en cómo se distribuyen los recursos, el privilegio, las oportunidades. Si todo fuera como que a alguien no le caes bien, ya hubiéramos solucionado los problemas del mundo. Sobre todo, repensar quién tiene poder para hacer qué, entonces vemos que en nuestra sociedad se ve bajo esa mirada que se encuentra organizada de manera racializada, es decir, nuestro sistema de clase es racializado, tiene marcado quién tiene más beneficio y quién no, a quién se golpea y mata en la calle y a quien no, quién puede estar protegido y quién no, etc.

Podemos ir analizando esa mirada desde una perspectiva más amplia, que el racismo no es prejuicio, no es mala onda, el racismo es una forma donde todos abonamos a él con nuestras decisiones cotidianas. Desde con quién me voy a casar, a quién voy a amar, con quién quiero tener una familia, quiénes son mis amigos, a quién quiero contratar y para qué. Por ello, todos vamos abonando a un sistema más amplio de solo personas individuales, por lo tanto, debemos ir afinando la mirada hacia nuestros gobiernos, nuestras políticas, empresas, trabajos, escuelas, para ver que se realiza dentro de estos espacios y a quién se le pone a hacer qué.

Mi misión es que el racismo acabe, y no solo la mía, sino de muchísima gente que está indignada con esta situación. El racismo es un sistema inventado y creado por los seres humanos para un beneficio muy deshumanizado, que se puede eliminar. La idea de decir que el racismo es parte de la condición humana es una distracción de realizar nuestro trabajo de deconstrucción. Está en nuestras manos cambiarlo. Se trata de darnos cuenta de que, el racismo lo que hace es precisamente deshumanizarnos, es crear una descolectivización de unos con otros, confundirnos sobre quiénes somos como personas y quiénes son los demás. Si yo me encuentro confundida y pienso que alguien por ser güero merece que yo me deshaga y si alguien que es moreno merece que yo lo maltrate, estoy confundida y debo aclararme no solo como persona sino como ente de la sociedad.

Ser deshumanos no es parte de nuestra naturaleza, podemos hacer mejor.

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