El que paga manda ¡Cómo no!

Por: Alonso Huitrón

“La revista Proceso no se ha portado bien con nosotros”, así lo expresó el presidente de México Andrés Manuel López Obrador en su conferencia matutina del año pasado, 22 de julio de 2019. Añadió, además, que los buenos periodistas de la historia de México han apostado a las transformaciones y tomado partido.

Con estas declaraciones, dejó entrever, desde entonces, el fallido concepto que se tiene en la actualidad, de la labor periodística, induciendo desde la presidencia a apostar por una línea editorial militante, es decir, definida por la política y el poder de la nación, tal como se hacía en los gobiernos priistas del siglo pasado.

Pero la culpa no ha sido del todo para el presidente, el problema, es que pareciera que los propios medios de comunicación y periodistas olvidaron el quehacer del periodismo, su significado y la lucha que personajes como Julio Scherer García y Vicente Leñero emprendieron en nuestro país por un periodismo libre e independiente.

Hoy, la Agencia de Noticias del Estado (Notimex), está secuestrada por una periodista, sirviendo de forma cínica y servil al presidente, y no niego, que en otros sexenios ha ocurrido algo similar, pero no por ello, vamos a dejar pasarlo y señalarlo, como perdonando, lo que alguien más hizo, sabiendo que no es lo correcto.

El periodismo, no es Paty Chapoy y Ventaneando, no es “Hechos” con Javier A La Torre, no es el Periódico Reforma, no es Regeneración o Sopitas, debemos entender que este oficio cumple una labor social, la que el ciudadano y la sociedad se mantengan informados, en su derecho de acceso a la información. En este sentido, se explica que esta actividad conlleve una gran responsabilidad de no falsear información, de ser objetivos y de comunicar con la verdad. Susana González, experta en el tema y académica de la UNAM, ha expuesto que el periodismo consiste en informar y explicar responsablemente los acontecimientos sociales para un público, es socializar la información conforme reglas éticas explícitas e implícitas en el ejercicio responsable de informar y difundir la noticia.

Vicente Leñero y Carlos Marín, en la obra que ha sido biblia del periodismo, para los que ejercemos esta profesión en el país, describen que el periodismo es una forma de comunicación social a través de la cual, se dan a conocer y se analizan los hechos de interés público. Ellos exponen que; sin el periodismo, la sociedad se informaría de su realidad a través de interpretaciones históricas y anecdóticas.

Entonces, una de las principales responsabilidades que tiene el periodismo es la de informar con veracidad a la sociedad, servir a ella, presentando equilibrio, rigor y objetividad en la información, “la labor del periodismo es presentar los objetivos y los valores de la sociedad y no tratar de imponer valores y objetivos predeterminados, ya sea por actores comerciales o políticos”, escribe José Luis Benavides en su libro Escribir en Prensa. Es decir, el periodismo, no tiene que ser militante, no tiene que servir a nadie, ni apoyar transformaciones políticas, como lo ha manifestado López Obrador, o como muchos medios, portales o gacetillas, han sido creados y formado para ello, para hablar bien de quien les paga, bajo el conocido dicho: el que paga manda.

¿A dónde voy con esto?, a no demeritar una profesión que ha dado tanto a la sociedad, y que se ve desgastada y sin credibilidad por unos cuantos, periodismo de calidad hay, pero no está siendo consumido y por el contrario está siendo oprimido por diferentes poderes, pero ese ya es tema para otro jueves, pero pues cada quien.