Donald Trump y el COVID
- Subversivo_mx

- 5 oct 2020
- 3 Min. de lectura

EDUARDO PIEDRA
Es muy curioso como los aficionados a intentar entender el juego de la política estadounidense usan de referencia a Los Simpson. En este caso, la “profecía” versó sobre un Donald Trump muerto. Que, en el mejor de los casos, se espera que no suceda.
En días previos se ha confirmado que el actual presidente y candidato a la reelección dio positivo a la prueba de COVID-19. Y, dado que es una persona cuya edad lo coloca en situación vulnerable, más de uno malpensó sobre la “terrible” noticia de su aparente muerte. Lo pongo entrecomillas porque, aunque nadie debería encontrar placer en una noticia como esta, hay cierto disfrute con en el suceso cuando en un tuit se confirmaba la noticia.
La situación sonaba a una especie de “justicia divina”, pues el presidente tiene en sus manos la mayor crisis de salubridad antes vista y aún así continuaba demeritando el tema. En marzo, cuando el COVID llegó al continente, Trump realizó declaraciones incómodas sobre el uso del cubre bocas, el poco respeto a la distancia social e incluso, la escandalosa salida de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud.
Lo anterior, ha invitado a que más de uno suponga que el contagio de COVID-19 favorezca al presidente y también candidato. Basta recordar que en el debate de días atrás tuvo un desempeño reprochable (nada mejor que Biden) y que eso le posibilite librarse de los futuros debates; O lo difícil que sería escribir negativamente sobre el presidente/candidato cuando éste se encuentra enfermo. Aunque está última teoría es poco creíble.
Lo más sensato es recordar que para los mandatarios que han dado positivo a la prueba de COVID-19 han tenido un ligero aumento en los índices de aprobación. Boris Johnson con 46 % a 66 % en Reino Unido y Jair Bolsonaro paso 32 % al 37 % en Brasil.[1] Para Donald Trump la estrategia podría funcionar y un ligero repunte no le vendría mal, pero tendría que manejar un discurso congruente y recular sobre lo desdeñoso que ha sido con el tema, ¿tendrá Trump un cambio de discurso?, ¿se presentará más empático con las víctimas y sobrevivientes de COVID-19 al reconocerse él como sobreviviente también?
Con todo, el equipo del mandatario ha dado mensajes contradictorios sobre la salud del presidente. Lo único que sí se sabe es que se le ha suministrado oxígeno y un coctel de anticuerpos para evitar una lenta recuperación, pues en este punto, no puede darse el lujo de permanecer mucho tiempo encerrado, la contienda por la presidencia sigue. Además, no sólo la edad, sino las condiciones físicas de Donald lo colocan dentro de la población de riesgo para morir si se agrava la situación. Más allá de que Pence lo supla como presidente interino, la interrogante central es sobre qué haría el partido Republicano para determinar quién le sucede en la fórmula para la contienda y cómo esto afecta o beneficia en las elecciones a tan pocos días.
Para Biden las cosas tampoco han sido sencillas luego del diagnóstico de Trump. La variable COVID en las elecciones podría igualar los puntos de aprobación para ambos candidatos. Sí bien en el último debate le fue relativamente bien y sigue a la cabeza, esto no es garantía de nada. Queda como duda el saber ¿cuál será la estrategia usar ahora que Trump dio positivo?, la idea de señalar a Trump como responsable de su diagnóstico y de la ausencia de apoyo a los más de 200 mil muertos es muy tentadora, ¿pero es ética o justa?
Habría que reflexionar sobre cómo el COVID vino a modificar la forma de hacer política. Estados Unidos experimenta una de las elecciones más cautivadoras de todos los tiempos, hay una sociedad polarizada y un presidente desdeñoso ante una pandemia. Nada lejano a lo que México podría enfrentar en este año electoral.
[1] En : “Boris Johnson approval rating” de YouGov; Y, “Aprovação a Bolsonaro cresce e é a mais alta desde início de mandato”, en Datafolha.







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