Deshacernos del cromosoma priísta

David Sánchez

En menos de un año tendremos otra cita en las urnas, se renovarán municipios en todos los Estados a excepción de Durango e Hidalgo, 500 diputaciones federales estarán en juego, se elegirán nuevos o no tan nuevos diputados(as) locales en 30 de 32 Entidades Federativas y en 15 se votará por Gobernadora.

Supone la elección más grande de la historia, por el número de cargos que se elegirán.

Tendremos de frente una nueva oportunidad, y es que aunque pareciera que ya todos son iguales, no debemos ser tentados a votar…por el PRI.

Este partido serán el que más podrá perder en el 2021, 8 de las 12 gubernaturas con las que actualmente cuenta podrán irse de sus manos, y sin duda, es a lo que más de un mexicano aspiramos.

Hace unos días, en medio de una reunión, la Senadora priísta y ex embajadora de México en Brasil, Beatriz Paredes, decía muy jocosa:

“Todos llevan un priísta adentro”

A ella y sus compañeros les dio mucha risa, hacían alusión a las viejas prácticas de querer acaparar todo, de gobernar sin escuchar, de ser poco o nada transparentes, en fin, de ser corruptos. El colmo del cinismo.

Ahora más que nunca debemos escarbar entre tanta basura que nos presentan en diferentes colores, ya las siglas de los partidos no significan nada, en todos lados hay porquería y debemos aprender a identificarla, pero sobre todo, a no votarla.

Sin embargo, entre tantas tareas, la que se ve más cercana y realizable es la de seguir debilitando a este partido, el Revolucionario Institucional, ese que cimentó los malos gobiernos, que pudrió con sus malas prácticas a la política mexicana y que hizo de sus corruptelas la moneda de cambio para seguir gobernando.

Cuando digo “No votemos al PRI” no solo me refiero al partido, me refiero a no votar a todos y todas aquellas que aunque son postulados por otros, también roban, engañan, manipulan y mienten.

Quien grazna como un pato, camina como un pato y se comporta como un pato, entonces, ¡seguramente es un pato!

Arrebatémosle al PRI y a los priístas toda oportunidad de gobernar, no permitamos que solo cambien de piel, reconozcamos sus prácticas y dirían en el argot tuitero: ¡CANCELÉMOSLOS!

Es urgente aglutinarnos en torno a las mejores figuras, formar alianzas, rescatar lo mejor de las redes sociales para organizarnos e impulsar una nueva generación, una comprometida con la transparencia y la rendición de cuentas, cercana a sus electores, dispuesta a aceptar sus errores pero que sobre todo con sus acciones demuestren su compromiso a no repetirlos.

La democracia no se resume a votar el primer domingo de junio de cada 3 o 6 años; nuestro país exige un mayor compromiso. El salir a las calles y recorrerlas con quienes coincidimos en visión y en proyectos y a difundirlo no solo a través de tuits, porque si lo dejamos a la suerte, a “el cambio está en cada uno de nosotros”, otra vez la pobreza y la desigualdad nos quitarán esta nueva oportunidad. Serán las grandes triunfadoras del 2021.

No midamos con la misma vara a una diversidad de más de 120 millones de mexicanos, mientras quienes podamos comprometernos más con la democracia no lo hagamos, habrá quienes una despensa sea el único aliciente para salir a votar.

Ahora toca organizarnos o seguir muriendo, seguramente se nos colarán varias ratas en el próximo proceso, por ello, identifiquemos y preparemos a los perfiles que no se dejarán cooptar, que poco a poco nos ayudarán a deshacernos del cromosoma priísta.