top of page

Chayote

  • Foto del escritor: Subversivo_mx
    Subversivo_mx
  • 8 jul 2020
  • 4 Min. de lectura

ree

Por: Alonso Huitron


Periodistas “Chayoteros” ¿De dónde viene el término?

¡Llegó doña Rosario! (y no Robles), era la expresión que algunos periodistas empezaban a utilizar a finales de los años sesenta, refiriéndose al pago o soborno que recibían por parte de las autoridades gubernamentales, a cambio de decir lo más conveniente para ellos o bien, acallar cierta información.

Don Julio Scherer García, periodista que revolucionó, profesionalizó y ejerció esta labor en nuestro país, fundador del periódico Excélsior y de la revista Proceso, y quien en 1976, viviría uno de los golpes más duros al periodismo en México, al ser expulsado de las oficinas del “Periódico de la vida nacional” ubicadas en Reforma 18, siendo su director y quien junto con grupo de intelectuales, periodistas y colaboradores, entre ellos Vicente Leñero, intentaron ser acallados y censurados por el gobierno de Luis Echeverría Álvarez, publicó en su libro Los presidentes que:

El chayote florece a su máximo esplendor desde que Gustavo Díaz Ordaz institucionalizó su irrigación. Mientras el entonces Presidente de la República pronunciaba un día de 1966 el discurso inaugural de un sistema de riego en el estado de Tlaxcala, entre los reporteros corría la voz: ¿Ves aquel chayote? Están echándole agua. Ve allá. Allá, semioculto por la trepadora herbácea, un funcionario de la Presidencia entregaba el chayote, nombre con el que desde entonces se conoce el embute en las oficinas de prensa. Tan popular se volvió que su entrega dejó de ser oculta.

Esta historia se retomá, porque se cuenta que en alguna ocasión, un gobernador de Tlaxcala, por los años cincuenta y sesentas, invitó a la prensa para presenciar en nuevo sistema de riego en los campos de chayote en su estado, cuando iban recorriendo la carretera no veían más que un campo seco, y fue entonces cuando alguien empezó a repartir sobres con dinero y alguien exclamo ¡Miren que verdes están los campos de chayote!

Otras más, dicen que en algunas instituciones les entregaban los sobornos a los periodistas en bolsas con chayotes, quesque para despistar a enemigo, pero era sin duda una práctica que ya se había institucionalizado en el país, y que de alguna u otra forma sigue viva hasta nuestros días.

El Rey de chayote fue Carlos Denegri, líder de opinión más influyente en México entre los cincuenta y sesentas. Fue el reportero estrella de Excélsior, con una red de contactos envidiadas por todos, mimado por el poder, era un columnista sin escrúpulos, llamado por el propio Julio Scherer “el mejor y más vil de los reporteros”.

Esta era la verdadera cara del “periodista chayotero”, que en su esencia es recibir dinero del gobierno a cambio de hablar bien de este u omitir cierta información. En otros tiempos, se conoció que periodistas como Joaquín López Doriga y Carlos Loret, se les depositaban grandes cantidades de dinero por el gobierno de Enrique Peña Nieto a cambio de “publicidad”, en sus portales de Internet. Si bien ambos personajes ya no reciben estas dádivas de la cuarta transformación (según lo que sabemos), si lo hacen otros personajes.

Estos otros “personajes” que alardeaban mucho de los periodistas chayoteros, que ¡indignados se rasgaban vestiduras y pedían explicaciones y transparencia!, hoy, esos “periodistas”, “honestos”, “transparentes” y que hasta clases de ética periodística se atreven a dar, son parte de la nómina del gobierno y su tarea de vigilar al poder se acabó.

Estos resultaron ser más viles, cochinos, cerdos y marranos, pues no tienen reparo en decir que son abiertamente #Pro4T, se comportan de manera cínica, servil y convenciera, alaban y sirven al poder, lo defienden con uñas y dientes, sin escrúpulos, como Denegri y también reciben pagos directos del gobierno, o bien a través de favores.

¿Sus nombres? Por supuesto, John Ackerman, que es coordinador del curso Periodismo digital y combate a las fake news, en la UNAM, esposo de Irma Eréndira Sandoval, secretaria de la Función Pública del país; obtuvo la conducción de un programa de televisión en canal once, pero poco le duró el gusto, actualmente forma parte del Consejo Técnico de Evaluación para el Consejo General del INE.

San Juana Martínez, se hace publicidad como periodista de investigación, pero en este sexenio, dejó de lado la investigación meticulosa al gobierno, para ser una cómplice más del ejecutivo, manipulando a la Agencia de Noticias del Estado a su conveniencia y a la del presidente, y que además le ha servido como arma para atacar y destruir a los de su propio gremio, aquellos periodistas que han seguido con su labor de vigilar y publicar las acciones no gratas para el gobierno.

Y ni mencionar a las botargas que ponen en las mañaneras para hacer preguntas a modo, cantarle y hasta recitarle poemas a su majestad, el Presidente. En fin, la próxima vez que uses el concepto “chayotero” para referirte a aquellos que no están de acuerdo con las políticas de la cuarta transformación, recuerda, que este término se acuñe, a aquellos que reciben dinero del gobierno para hablar bien de él, o para no atacarlo, pero pues cada quien.

Les recomiendo leer:

Los presidentes: Nueva edición aumentada, revisada y autorizada por el autor. De Julio Scherer ---> https://amzn.to/2AEHx8H

Los Periodistas. De Vicente Leñero ---> https://amzn.to/2Dfeedz

ree

 
 
 

Comentarios


bottom of page